Cafeterías con gatos para hacer frente a la soledad.

En Japón el cliente paga por su consumición y por pasar un tiempo rodeado de gatos. En este país   un tercio de la población vive sola, por eso no es de extrañar que hayan triunfado allí esta clase de  cafeterías. Unos establecimientos en los que el cliente se toma un café mientras disfruta del cariño y  compañía que les dan estos animales. El servicio es muy simple, ya que sólo hay que pagar 500 yenes (3,1 euros) por media hora de estancia rodeado de estos felinos, que se puede renovar cada 10 minutos a cambio de 150 yenes (0,93 euros). También se pueden consumir bebidas como café, té, zumo e incluso cerveza, pero no se sirve comida. Eso sí, los clientes no se pueden traer sus propios gatos. Se trata de jugar o estar con gatos de entre menos de un año y tres años, que trabajan en esta cafetería. La idea de este tipo de establecimiento llegó de Taiwan. Un japonés que pasaba por la capital, Taipei, importó el concepto para ponerlo en práctica en Osaka, hace cuatro años. Desde entonces en plena primavera entre el sector de las mascotas japonés, con un mercado cuyo valor estimado es más de un billón de yenes (6.260 millones de euros), han florecido decenas de cafeterías de gatos en Japón. Sólo en Tokio hay ya una veintena.

 

Pero, ¿qué es lo que hace que un japonés pague 500 yenes para tomarse un café rodeado de gatos? Según la dueña de la cafetería gatuna “Neko JaLaLa” , Mariko Nakamura, las razones son varias. En muchas casas de la capital está prohibido tener mascotas y además los animales proporcionan un ambiente de relajación. Hasta este local se acercan unas 30 ó 50 personas al día, de todas las edades y ambos sexos. Entre ellos, muchos jóvenes encorbatados se pasan por la tienda al mediodía. La dueña atribuye este fenómeno al estrés que sienten en el trabajo: «los gatos son caprichosos y no tienen que atenderles, por eso se sienten más libres que cuando están con perros». Pero también pasan por la cafetería dueños de mininos. Para Sanae Inada, dueña de tres gatos, “ es una forma de conocer a otros dueño  que les aclaren las dudas sobre sus mascotas.” En un país con un índice de natalidad bajísimo y una fascinación sin límites por todo lo tierno o Kauai, los gatos comienzan a ocupar el lugar que merecen en el ámbito económico. ( Fuente http://www.elpais.com )

 

Hay que decir que los  japoneses  resultaron ser desde siempre unos grandes entusiastas de los gatos, sobre  todo por los ratones que antiguamente habían en sus sederías. La adoración por este animal   hizo que terminara  dentro de las casas  como puro animal de compañía, obviando su tarea de control de roedores  y haciendo peligrar la industria de la seda. La solución para perpetuar la presencia de los felinos en los talleres sin alejarlos de los hogares fue  pintar figuras de los mismos en las paredes  para disuadir a los  ratones , pero el propio Emperador tuvo que  dictar una orden  por la que los gatos debían estar en libertad para poder dedicarse a sus funciones de predador  . Y hasta tiene una raza propia:  el “Bobtail Japonés”.

 

En otra importante  cultura oriental, China donde llegó  a principios de nuestra Era  su asentamiento  no fue tan afortunado, toda vez que  era considerado de mal agüero. De hecho estuvo considerado signo de poca prosperidad  futura, el necesitar un gato  para una granja pues indicaba problemas  con la cosecha y desconfianza  de poder obtener buenos resultados. Con el tiempo hubo una división de opiniones , decantándose unos a favor  y otros en contra, si bien la superstición asociada al animal fue poco a poco diluyéndose.( Fuente: Revista Bu Bup , la llamada de los animales )

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Publicado en Noticias de actualidad.