Escrito por Emilia Pastor, Presidenta de la Asociación ARCADYS
Publicado en Elperiodicodeaqui.com
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La ASOCIACION DE DEFENSA ANIMAL ARCADYS en nombre propio y en el de : ASOCIACIÓN COLONIAS FELINAS DE SAGUNTO Y CANET, EL ALBERGUE DE SAM (Paterna Cati ) y SOS ANIMALES SAGUNTO , ante el eco que ha tenido en los medios de comunicación la muerte de una mujer en Turís, al parecer provocada por la mordedura de un gato, queremos alertar a la población frente a las fáciles provocaciones gato fóbicas, que aprovechan un lamentable hecho como ese para alimentar su odio hacia los felinos y propagarlo hacia el resto de la población. Informaciones de hechos semejantes, fácilmente manipulables, crean una alarma social infundada sobre transmisión de enfermedades por los felinos y sirven a algunos para trasladar la culpabilidad hacia las personas que cuidan de los gatos, para hacerlas sentirse desprotegidas y acosadas.
Un hecho aislado como el ocurrido en Turis, más presuntamente producto de la propia negligencia de la persona mordida por un gato que de esa circunstancia en sí. Como ahora nos alertan los expertos veterinarios, ante la mordedura de un animal, el mejor antídoto es ponerse en manos de la medicina lo antes posible. Y es bien conocido que los gatos son seres muy pacíficos que solo afilan sus uñas cuando se sienten amenazados.
Muchos han conocido por el hecho luctuoso de Turís que existen colonias de gatos en la ciudad. Aprovechemos ese incidente como una oportunidad para trabajar con más ahínco si cabe en favor de esos animales urbanos que necesitan de nuestra ayuda y protección, y no para ponerlos en cuarentena como si de enemigos públicos se tratara.
Este lamentable accidente, al que tanta trascendencia se está dando a nivel mediático, debe servir para concienciarnos de que, efectivamente, hay muchas colonias de gatos en la ciudad que están necesitadas de ayuda y protección; colonias de gatos resultado de abandonos endémicos en nuestra sociedad. Los gatos que viven en colonias en la ciudad, forman parte del ecosistema urbano desde muchas generaciones atrás y debemos considerarlos patrimonio de todos, mereciendo nuestro respeto y consideración, a partir de su catalogación por el Tratado de Ámsterdam de seres sensibles con capacidad de sufrir y sentir.
Y que nadie piense que los gatos van por ahí mordiendo a la gente. Quién así lo crea, desde luego, no conoce el comportamiento felino. Los gatos de la calle son víctimas de una sociedad que los ha abandonado a su suerte y se enfrentan a diario a numerosos peligros y al fanatismo anti felino de algunos, que quizás desearían verlos desaparecer , olvidando el importante servicio que realizan la Salud Pública , como controladores eficientes de los roedores. Basta recordar que en la Edad Media la desaparición de los gatos en Europa por razones religiosas y supercherías, causó la muerte a mas de seis millones de personas por la trasmisión de la peste negra que las ratas introdujeron.
A tenor de lo dicho, los Ayuntamientos, en colaboración con las asociaciones protectoras y las muchas voluntari@s que por amor alimentan y cuidan a los mininos, deben implicarse decididamente en el tratamiento de las colonias de gatos de la calle, planteándoselo como un servicio más a prestar a la comunidad a la que representan. El servicio que tradicionalmente han prestado las “perreras” ya no responde a las necesidades y aspiraciones de la sociedad actual, mucho más concienciada sobre la necesidad de cuidar y proteger a los animales frente a la barbarie humana. Deben dotar anualmente en sus presupuestos municipales de una partida para esterilizar, alimentar y atender sanitariamente a los animales que lo necesiten; acotando en el término municipal espacios saludables y seguros para los gatos. Los Ayuntamientos podrían plantearse a nivel comarcal, con la ayuda de las Diputaciones, la creación de refugios para animales abandonados o enfermos, en espera de una segunda oportunidad, gestionados en colaboración con las protectoras de animales.
Desde el Ayuntamiento de Sagunto ya se ha empezado a trabajar en esa línea. Se ha creado el Consejo de Bienestar Animal donde debatir, junto con las asociaciones protectoras de la ciudad, las asociaciones de vecinos y el asesoramiento veterinario, la mejor manera de atender a los animales de la calle; se ha dotado una pequeña partida en el presupuesto para esterilizaciones… Y otros ayuntamientos también han tomado cartas en el asunto al respecto del control humanitario de las colonias felinas como corresponde a una sociedad del siglo XXI.
Pero queda mucho camino por recorrer. Hay que promover campañas de concienciación sobre la importancia de las esterilizaciones, subvencionándolas si cabe para que no quede ningún gato casero o errante casa sin esterilizar; solo de esa manera se evitarán los continuos abandonos y las camadas no deseadas que forman parte de esos grupos de gatos de la calle y crear la figura del “voluntario felino”, con un carnet municipal que lo acredite.